Cierto es que la vista es el sentido que más atención acapara a la hora de crear espacios. Colores, volúmenes e iluminación parecen las variables que más cariño han recibido. Pero el oído recupera terreno. El diseño de un espacio se empieza a entender como un medio, no como un fin en sí mismo. Un medio para generar una experiencia de usuario y este cambio de perspectiva tan importante está dirigiendo el foco hacia el resto de los sentidos. La experiencia del usuario debe ser integral y para ello, se diseñan atmósferas en las que la percepción acústica es determinante.
Los fabricantes de materiales acústicos están a la vanguardia de la creatividad aportando soluciones para controlar y absorber los ruidos que distorsionan la experiencia del usuario e influyen negativamente en la capacidad de concentración y comunicación. Los ruidos generan estrés y perjudican nuestra salud.
Actualmente, existe un abrumador número de soluciones acústicas adaptadas a todos los materiales, formatos y diseños, pues integrar el control del ruido en todos y cada uno de los revestimientos de un espacio es hoy una necesidad.
Cada elemento de un espacio, ya sea fijo o móvil, es susceptible de ser acondicionado acústicamente, y es que existen multitud de soluciones ya que hasta en los elementos decorativos como las cortinas podemos incorporar elementos de control garantes de ambientes descontaminados acústicamente.
Entonces, ¿por dónde empezamos?
Por dos conceptos clave que se deben entender en lo que respecta a la acústica de pavimentos y revestimientos: el ruido de impacto y la absorción acústica.
El ruido de impacto es el sonido que produce una pared o suelo ante pisadas, movimiento de muebles, portazos, etc… Este se mide en decibelios (dB) y una manera de reducirlo es incluyendo soportes especiales de los cuales hablaremos en futuras entradas.
La absorción acústica, por otro lado, es la capacidad de los materiales para absorber el ruido ambiente. El Alfa Sabine nos indica el porcentaje de sonido que un material es capaz de absorber cuando es alcanzado por ondas acústicas.
El ruido es una cuestión de salud pública y su control debe ser contemplado en el proceso de diseño de los espacios interiores para el bienestar de los usuarios. Continuaremos en nuestro siguiente artículo.