No controlar adecuadamente los decibelios de un espacio puede dinamitar la experiencia del usuario convirtiéndose en un grave problema de bienestar y salud. Acondicionar acústicamente un entorno no ataña sólo a la elección de un buen suelo. Cualquier elemento fijo o móvil es susceptible de convertirse en una herramienta de control: paredes, techos, mobiliario, e incluso decoración, todos los elementos deben componer su propia sinfonía del silencio.
En esta partitura nos centramos en las paredes: sus colores y texturas son herramientas para crear atmósferas y articular espacios, pero ¿por qué limitar su funcionalidad? Las paredes son mucho más que estética y división, son nuestras aliadas en lo que a aislamiento acústico se refiere. Los revestimientos murales del mercado ofrecen soluciones de diseño creativas y estéticas, apoyándose en tecnologías cada vez más sofisticadas.
El fabricante Texdecor está especializado en la fabricación de revestimientos con rendimientos acústicos espectaculares. Su gama ACOUSTIC 0.3 está compuesta de revestimientos murales en rollo que combinan confort acústico y decoración.
Su rendimiento de absorción (entre α 0,15 y 0,3) contribuye a resolver eficazmente los problemas de resonancia. Esta gama consta de cuatro modelos concebidos para adaptarse al uso, al ambiente y al presupuesto de cada proyecto. Desde el textil: para ambientes acogedores y elegantes con texturas que aumentan aún más la capacidad de absorción, al revestimiento vinílico sobre felpa: ideal para usos intensivos, excelente resistencia mecánica y un mantenimiento fácil, hasta las soluciones más económicas como la espuma vinílica o revestimientos para pintar.
La complejidad de esta sinfonía es considerable pero apasionante. Cada solución se adapta a unas necesidades y presupuestos concretos, la llave de la combinación perfecta está ahí fuera, ¿os ayudamos a encontrarla?