El concepto de oficina ya estaba inmerso en un proceso de cambio antes de la irrupción del COVID19 en nuestras vidas, pero la pandemia ha pisado el acelerador de dicha transformación con cambios coyunturales que acabarán siendo estructurales con la finalidad de aumentar nuestra salud y seguridad. En la nueva oficina post-Covid, ya sea en formato co-working u oficina corporativa, la prioridad deberá ser la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores. Estos factores ya eran importantes agentes de transformación en la era pre-Covid pero ahora no serán “un lujo”, sino una necesidad de primer orden. Se han convertido en un driver competitivo y toca ponerse las pilas si no queremos quedarnos fuera del mercado inmobiliario.

¿Con qué ingredientes contará esta nueva oficina?

Las que no lo hayan hecho aún deberán disponer de un plan de normas y protocolos de actuación focalizados en priorizar la seguridad, sistemas de detección precoz y dispositivos de emergencia en caso de futuros confinamientos. Un ejemplo es la guía que ha publicado CBRE bajo el lema “Back2theFuture”.

Seremos también menos trabajadores por m², reduciendo la ocupación entre un 40% y un 60% si aplicamos las medidas de distancia física. Algunas consultoras proponen también una mayor flexibilidad para el trabajo presencial, estableciendo turnos de acceso.

La tecnología “touchless” ayudará a evitar el contacto directo con picaportes, botones o grifos mediante la instalación de puertas de apertura automática, mecanismos que se activen mediante un movimiento del pie, reconocimiento facial… y es que el futuro ha llegado generando un cambio cultural, especialmente en las zonas de socialización como las cafeterías o la recepción, donde encontraremos elementos de separación fijos y móviles, elaborados con materiales resistentes y lavables.

La ventilación de los espacios será un ingrediente fundamental, las membranas de cristal de los edificios deberán ser practicables en un futuro y las instalaciones de calefacción y aire acondicionado requerirán de constante mantenimiento para mejorar la calidad del aire.

Los revestimientos también tienen algo que decir en esta nueva oficina debido a:

• Su capacidad de marcar la división de espacios, además de la aparición de nuevas colecciones que ofrecen losetas con señalética para garantizar una circulación segura.
• El desarrollo de tecnologías para la mejora de la salud y el bienestar de los trabajadores, como por ejemplo, la absorción de partículas de polvo suspendidas en el aire.

El mobiliario será también diferente. La principal premisa será la flexibilización, mientras que las mamparas de seguridad se están erigiendo como las protagonistas de esta transformación acelerada. Ahora son sencillos paneles de metacrilato, pero, con el tiempo, se podrán convertir en elementos de diseño para ser integrados en los espacios de manera más armónica.

Las oficinas ya no serán un lugar al que ir simplemente a trabajar, sino que adquirirán nuevos roles. La oficina corporativa será un punto de encuentro seguro para la comunicación y socialización, el trabajo en equipo y la reunión con clientes, así como un elemento clave de la imagen de las organizaciones que acogerá eventos corporativos o conferencias con interacción en formato presencial y remoto, con colaboradores internos y externos. Serán lugares inspiracionales y de networking en los que habrá que gestionar dos tipos de oficina dentro de un mismo espacio: zonas comunes y actividades recreativas, áreas de reuniones rápidas con mesas altas, por ejemplo y zonas más privadas y tranquilas para favorecer la concentración. Todo un reto… ¿Empezamos?