La COVID-19, que tan ajena a nosotros veíamos hace unas semanas, nos ha sorprendido y ha roto todos los esquemas y previsiones, provocando un cambio importante tanto a nivel empresarial como personal que sin duda afectará a nuestra forma de pensar, sentir y plantearnos las cosas de cara al futuro: habrá un antes y un después del COVID-19.

Estas semanas nos hemos dedicado a asimilar la gravedad y alcance de lo que estamos viviendo y a adaptarnos a las nuevas situaciones sin haber dicho ni una palabra al respecto cuando, probablemente, estuvierais esperando algún tipo de mensaje o información o, aún sin esperarlo, era nuestra obligación haberlo dado. Sinceramente, no sabíamos qué decir ni cómo decirlo, la situación nos ha superado.

Nunca es tarde y este mensaje, aunque no sea todo lo correcto y esperanzador que nos gustaría, es un mensaje sincero y sentido que, desde asan, os queremos hacer llegar con todo nuestro cariño.

En primer lugar, os mandamos a todos mucho ánimo en estos momentos de incertidumbre y oscuridad y aprovechamos para trasmitiros nuestro apoyo, especialmente a todos los que estáis pasando por situaciones adversas, con contagios o familiares contagiados, situaciones laborales no deseadas, miedos fundados… estamos con vosotros.

Del mismo modo, agradeceros vuestras muestras de interés genuino y constante por nosotros, por nuestra salud y estado de ánimo, por nuestras familias, por nuestros trabajadores y por nuestra empresa, demostrado, una vez más, una cercanía que sólo es posible en relaciones que van más allá de lo estrictamente profesional, fraguadas a lo largo de los años, en esos espacios que unen.

Por lo que respecta al funcionamiento de la empresa en estos días, seguimos todo lo activos que nos permite el gobierno con un fuerte debate interno entre la responsabilidad sanitaria hacia el equipo asan (concretada en evitar contagios) y la responsabilidad económica de nuestra empresa hacia nuestros clientes y, en último término, hacia nuestro país.

Muchos desde casa, con la fórmula del teletrabajo, y un pequeño “gabinete de crisis” desde la oficina, esperamos haber atendido de forma satisfactoria todas vuestras solicitudes y confiamos en seguir haciéndolo.

Los instaladores y jefes de obra, demostrando un valor y compromiso impecables, han estado instalando y supervisando la obra hasta el domingo pasado, cuando se decretó el cierre de actividades no esenciales. Si todo va conforme a lo anunciado por el gobierno, el próximo jueves 9 de abril se levantará el cese de actividades no esenciales y volveremos a las obras. Un recuerdo especial a nuestros instaladores contagiados que, afortunadamente, ya casi están recuperados.

Es emocionante salir al aplauso a las 20:00 horas y ver a un pueblo unido, solidario y comprometido hasta puntos inimaginables. Sin lugar a duda saldremos de esto y, mientras tanto, vamos a permitirnos el lujo de pensar, habito buenísimo para el que parece que no tenemos tiempo en la vorágine del día a día. Pensar en el camino recorrido, en todo lo que nos queda por mejorar y en que lo hecho no es nada en comparación con lo que nos queda por hacer.

Fdo. Carmen Martínez Santos